En México el parque vehicular de motocicletas ha
crecido de manera exponencial durante el siglo XXI. Según los datos oficiales,
en el año 2000 se tenían registradas alrededor de 300 mil motocicletas en el país,
y para el 2016 ya eran casi 3 millones. A la fecha suman más de 4 millones; tan
solo en el 2021 se vendieron casi 600 mil motos nuevas.
Hay muchos factores que
impulsaron esto, por un lado, es una alternativa mucho más económica en costos de adquisición y mantenimiento, así como en
consumo, comparada con un automóvil, si va a ser usada por una sola persona.
Esto fue aprovechado por marcas que comercializan motocicletas realmente
económicas para transporte simple o para el trabajo, en comparación con las
opciones mucho más grandes y sofisticadas de las grandes marcas, que tienden a
ser más recreativas que de trabajo.
Y, por otro lado, es más
fácil escurrirse en medio del pesado tráfico –ya sea en
horas pico o debido a algún percance o problema–,
por lo que han sido ampliamente utilizadas por servicios de mensajería, técnicos que realizan servicios a domicilio, cobranzas, entregas, y,
más recientemente, todas las aplicaciones de entregas de comida, compras, etc.
Esto ha dado problemas a
las ciudades del país ya que, a pesar de su reducido tamaño comparado con autos
y camionetas, en conjunto suman un volumen considerable que ocupan espacio en
calles, avenidas y vías rápidas; se han
multiplicado los accidentes por la falta de pericia de la gran mayoría de sus
conductores, y también la contaminación
porque, aunque individualmente consumen poco, en conjunto representan también ya un gran volumen de consumo de combustible.
Obviamente, esto las
puso en la mira de las autoridades medioambientales, porque no existían normas
de ningún tipo sobre seguridad y emisiones para estos vehículos, y una de las
crisis de contingencia en la Ciudad de México en 2017
hizo que se comenzara a considerar que las motocicletas también fueran verificadas periódicamente, ya que son otra fuente
importante de emisiones de CO2.
Sin embargo, en la Norma
Oficial Mexicana para la Verificación Vehicular (que aplica en la Ciudad de México y Estados adyacentes, conocido como “Megalópolis”), publicada el 4 de
septiembre de 2017, se exenta a todas las motocicletas de menos de 400cc, es
decir, la inmensa mayoría. Así que son pocas las
motocicletas que deben cumplir con el requisito —una razón más para que el
parque siga aumentando.
Ya sea que ustedes
tengan que verificar su moto, o no, es importante mantenerla en buen estado
para que emita menos emisiones, ofreciendo un mejor manejo y menor consumo de
combustible y que tenga una mayor vida útil. La utilización regular de algunos
productos y tratamientos permite conservar el motor y el sistema de combustible
de las motocicletas libres de esa suciedad que provoca un funcionamiento
deficiente, mayor consumo y mayor contaminación; además de que se alargará la
duración del motor y lo mantendrá protegido en los periodos de almacenamiento.
Y, ¿por qué no?, algunos productos ayudan a mantener las
motos bellas por fuera, también.
Los tratamientos
multiusos estabilizan el combustible en el tanque, ayudan a evitar la
evaporación, añaden lubricidad de protección al sistema de combustible y
previenen la formación de goma y barnices en el sistema. Solo una cantidad
media (una tercera parte del contenido de una lata), antes de llenar el tanque,
ayuda a limpiar la parte superior del motor, incluyendo las válvulas y la cámara de combustión. Para el caso de las motocicletas recreativas que se guardan
por temporadas, es bueno utilizar este tipo de tratamientos en la última
corrida que se haga antes de guardarla, para que éste quede en todo el sistema de combustible, esto ayuda a proteger
mejor el sistema y sirve hasta para 2 años de almacenamiento.
En el caso de
motocicletas cuyo motor tenga mucha carbonización por largo tiempo de uso, se
pueden utilizar aerosoles de la misma manera que se
utiliza en los autos: se destapa la entrada de aire del motor en donde está la
mariposa y con ayuda del tubo de limpieza se vacía la lata mientras el motor está
funcionando para que realice una limpieza completa del sistema de admisión, válvulas
y cámara de combustión, y previene contra la
corrosión. Es importante destacar que este tratamiento no daña los motores ya
que está hecho de petróleo.
Y aunque mantener el
motor en buen estado es importante, conservar impecable toda la máquina también lo es. Para embellecer las motos pueden usar soluciones de
limpieza, ya que además de lubricar diversas partes metálicas en el exterior, como la misma cadena, disuelve la
acumulación de suciedad y desplaza la humedad. Para las partes plásticas como
el carenado, asiento, tablero y tanque de la moto, también forma una capa de protección contra las inclemencias del tiempo
y el sol, así como protección si va a permanecer almacenada por un tiempo
largo.